Nos encontramos en lo que se denomina la “Era de la Información” donde nos enfrentamos a un cambio considerable y veloz, donde la interdependencia se ha incrementado, donde nos comunicamos en una forma totalmente diferente lo cual cambia cómo pensamos, producimos, hablamos, nos expresamos.
Dice CASTELLS (1998), “hoy en día el valor de la información está por encima del valor de las materias primas, el trabajo y el esfuerzo físico” lo que resulta en la saturación en los estudiantes y en los individuos en general y esa información permanente que reciben totalmente fragmentada lleva a un desconcierto de la valía de la misma y por ende a la desinformación y desinterés por la misma.
Elmore y City (2011) hablan de una escuela en la era digital donde prevalece “un código abierto”, es decir, flexible, cambiante. Leemos en incontables artículos y publicaciones las metodologías que hoy se destacan como relevantes y sus palabras claves se repiten y resaltan en forma permanente: motivación, colaboración, participación, construcción, desafíos, innovación, cambio, trabajo colaborativo.
Esta institución educativa en su carácter bilingüe , practica una dinámica donde prevalece la enseñanza y el aprendizaje en base a proyectos, se apunta al desarrollo y fortalecimiento de las competencias de forma de buscar la innovación en la propuesta educativa, la creatividad y la autonomía, sustentadas en la investigación, la búsqueda de respuestas que reflejen cómo se resolvió el problema planteado, las evidencias que determinan el discernimiento realizado con la fundamentación a través de evidencias que reflejen nuevas perspectivas didácticas y pedagógicas.
La propuesta general, de enfoque comunicativo ,de carácter holístico, flexible y plural, no se aparta de la rigurosidad y el valor que posee el conocimiento como factor de transformación y cambio en la sociedad actual .
El alumno es partícipe de las propuestas que le permiten desarrollar estrategias para la elaboración de su discurso con opinión fundada, de manera que esta opinión sea valorada cualquiera sea el contexto donde la exprese.
La toma de conciencia frente a lo que vivimos y ante lo que se avecina, marcado por las señales que podemos leer en el entorno, será el desafío que las personas de este momento histórico deberán enfrentar; para ello, sus herramientas seguirán siendo aquellas que les debe entregar la educación: capacidad de asumir su realidad, reflexionar críticamente sobre ella, decidir con autonomía intelectual y sustentado en valores, construidos social y democráticamente.
